Un proceder de lo cotidiano

 Tener imaginación es un completo privilegio y quien provecho no le saca, está actuando con cobardía. La imaginación es un escape extraordinario al cual acudimos siempre y cuando lo necesitemos. Gracias a la neuroplasticidad que poseemos, la creatividad procede a un desarrollo y de la imaginación absorbemos lo que manifestaremos a través de la creatividad. No se sabe con exactitud de dónde proviene la imaginación, pero sabemos que la alimenta la cotidianidad en la que vivimos. A diario tenemos experiencias dentro de nuestras rutinas, en ese famoso aburrimiento rutinario, nuestra mente va corriendo y archivando recuerdos. Cuando nos toca crear, diseñar o expresarnos, todo eso se vuelve precedente y nos dejamos inspirar por la rutina, circunstancias y los sueños que ha creado nuestra mente a partir de ellos.

Los humanos estamos en constante creación desde que abrimos nuestros ojos en la mañana. Mis sueño son un desglose, o sea, se desborda mi imaginación y transmito al mundo a través de distintos diseños. El proceso es uno que conlleva energía infinita. Los diseños no son grandísimos proyectos arquitectónicos ni grandes obras de arte reconocidas. Un diseño puede ser un pequeño “bookmark” al cual se le dedica tiempo para transmitir sentimientos entre páginas. Cuando escribimos un ensayo en el que dedicamos el tiempo para expresar una preocupación o un sentimiento per se, es un diseño. Diseñamos a diario lo que usaremos de ropa durante el día. Diseñamos los platos cuando nos servimos la comida que hacemos. El diseño nos rodea en absolutamente todo.

En los últimos meses, y porque es año eleccionario, he estado demasiado relacionada con el mundo político y con los distintos proyectos de campaña que me han tocado. De igual manera he ido caminando por las urbanizaciones y he ojeado las estructuras, las distintas vidas, distintas edades y distintas maneras de racionalizar un plan de gobierno entero. Es un diseño. Un buen diseño ayuda a un gobierno entero a un buen porvenir. Un plan de gobierno también requiere creatividad. Pensar en maneras de impactar una mente, es creatividad. La silla icónica de los Eames, demuestra la funcionalidad de un buen gobierno ante un pueblo, y se trata de su diseño. Relaciono el diseño con mi cotidianidad porque encuentro la profundidad de lo intelectual en las conversaciones, dibujo en mi imaginación para entender las clases de teoría o de sistemas políticos. A base de diseños, de personas creativas, aprendemos.

Todo diseño voluntario se improvisa. La arquitectura no, tampoco el diseño de una silla que va a ser dirigida a espaldas afectadas por escoliosis, tampoco el diseño del gobierno del cual solo comenté. El proceso de diseño es uno efímero, aunque se hagan mejoras, creo que cada borrador es un diseño individual. Requiere de análisis cada uno de ellos, de transformación. La máquina o mejor conocida como la inteligencia artificial no posee el sentido de la creatividad, de ese proceso de conseguir los distintos puntos de fuga de las situaciones. El proceso de la creatividad es una metodología y una experiencia humana. La inteligencia artificial no posee nada, todo se lo hemos dado los humanos.

 

Bibliografía:

ámbito.com. (2023). Cerebro: qué es la neuroplasticidad y cómo estimularla para mejorar la memoria y la creatividad. Ámbito Financiero. https://www.ambito.com/lifestyle/cerebro-que-es-la-neuroplasticidad-y-como-estimularla-mejorar-la-memoria-y-la-creatividad-n5744828#

 


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